Creo que ayer me quedé aquí: "
Y ya nos levantamos el Martes 13 dispuestos a seguir descubriendo Lisboa... ", y por ahí voy a continuar, bueno, mentira, antes y sin poner si quiera un punto y aparte, voy a hacer un breve comentario que ayer me dejé en el aire. Os sitúo en el momento en el que voy a coger el avión para
Lisboa, estamos en la T4 y mi chica me comenta algo así como "
a ver si vemos a algún famoso" un poco así como de coña porque yo no esperaba ver a nadie famoso, por lo menos ni me lo planteaba, el caso es que un rato después de ese comentario (a la hora o así) vimos al que presentaba
Noche de Impacto en Antena 3,
Carlos García Hirschfeld, que por cierto, es más alto de lo que yo me pensaba, debe medir entre 180 y 185, en fin, ahora ya si que podemos seguir...
Pincha aquí si quieres ver un video de Lisboa antes de hacerlo... Teníamos, en ese hotel de 5 estrellas (perdón, es que tengo instrucciones de
Xufeta de recochinear que he estado en un hotel de 5 estrellas, jejeje), alojamiento y desayuno y eso es lo que hicimos, desayunar y de que manera, nos pusimos buenos y además con premeditación y alevosía que es lo malo, salimos del hotel los cuatro y... ¿cuatro? sí, bueno, mi novia, yo y nuestras respectivas y redonditas barrigas camino a coger el 45, es decir el autobús de línea que nos llevaría a coger el tranvía de camino al barrio de Belem (el 15), la verdad es que los transportes públicos funcionan muy bien en Lisboa, supongo que tendrá mucho que ver el hecho de que apenas hay un tráfico denso allí.
El caso es que ya estábamos en Belem, y empezamos nuestro breve caminar hasta el
Monasterio do Jerónimos (a la derecha una foto del mismo) pero antes una obligada parada en una vieja confitería (con casi 2 siglos de antigüedad) donde vendían unos pasteles y dulces típicos de la ciudad, el caso es que nosotros nos los hubiéramos comido (mi novia y yo) pero al parecer nuestras barrigas no estaban muy por la labor así que, de momento, lo dejamos correr y ya llegamos al Monasterio, la verdad bastante bonito, tanto por dentro como por fuera, de hecho diría que es el monumento histórico que más me gustó de Lisboa, y encima era gratis. Tras la visita de rigor al Monasterio empezamos a andar los aproximadamente 2 kilómetros que nos separaban de la
Torre de Belem (foto a la izquierda, jeje, parezco un bus turístico), esta torre se construyó entre los años 1515 y 1519 durante el reinado de
D. Manuel I "
El Afortunado" con el fin de defender la ciudad a partir de las aguas del Tajo (enorme en su desembocadura, por cierto), la verdad es que esta bien, sin ser ninguna maravilla (la foto engaña) y es que para empezar el pasillo por el que hay que andar para llegar a la Torre da de todo menos confianza. Una vez dentro pues bien, 5 pisos de altura, pasillos pequeños y escaleras de caracol minúsculas pensadas sólo para los más valientes, en cualquier caso las vistas eran privilegiadas ya que se veía perfectamente el puente
25 de Abril (o "
el Puente Mapfre" como le llamábamos nosotros) y el lugar tenía/tiene su encanto.
Escucha el "puente Mapfre" desde aquí (59 sg.) Y a desandar lo andado para coger el tranvía de vuelta que nos dejaría cerca de la
Plaza del Comercio donde cogeríamos uno de esos viejos tranvías que se pueden encontrar todavía en la ciudad de Lisboa. Nos subiría de nuevo a la zona del barrio de Alfama donde habíamos comprobado el
día anterior que se podía comer bien y a buen precio, además que nos había quedado como la espinita clavada de no haber cenado en un sitio que vimos y que nos había llamado la atención, a pesar de que era realmente cutre, pero bueno, se comió bien y a buen precio, que es lo que interesaba. Después de la comida y tras la digestión (mi novia se pidió
sardinhas y le pusieron 7 y no pequeñas precisamente sólo para ella, por no hablar de la sopa de legumbres que se comió antes, jejeje), había que bajar para volver a subir al
Barrio Alto, la zona tal vez más turística de la ciudad, con multitud de zonas donde escuchar
Fados mientras se come o se cena, y así nos lo hacían saber los relaciones públicas que se encontraban en las puertas de todos los restaurantes por los que íbamos pasando, lo gracioso es que mientras al medio día la sopa de legumbres costaba (sin
Fado pero con
Mundial en la tele, jeje) apenas 1€ en este barrio esa misma sopa te podía llegar a costar casi 6€ tan sólo porque te lo amenizaran con unas cancioncillas en directo (o no). El caso es que después de lo que habíamos comido ese día (desayuno, una pequeña merienda que no he mencionado antes en la vieja confitería a la vuelta de
Belem y la sustanciosa comida) como que no estábamos para mucha cena y no cenamos al final. Lo que si que vimos (y eso lo tengo grabado en la cámara de video que me llevé) era lo feliz que se puso la gente en ese barrio (al parecer hay bastante inmigración brasileña allí) al marcar
Kaka (
jugón) el primer gol de Brasil en este
Mundial, y es que hay un hermanamiento muy latente entre Portugal y Brasil. Y entre unas cosas y otras ya se nos hizo de noche y decidimos volver (los 4) al Hotel (de 5 estrellas, jeje).
Y la mañana siguiente poco, poquísimo, pero bueno algo hubo. Dejamos la habitación y la maleta en la recepción del Hotel después de desayunar de nuevo, esta vez algo más comedido pero sin que faltara de nada (la bollería era buenísima) y nos dimos una pequeña vuelta por la zona comercial de Lisboa, de hecho yo tenía la curiosidad de ver el Corte Inglés de Lisboa, sabía que sería como todos los
Cortes Inglés de España pero en portugués y como no pillaba lejos del Hotel pues allí que fuimos y eso, igual pero en portugués todo, jeje, ¡ah! y las dependientas hablan "
un poquito" de español, vaya, algo parecido a lo que les digo yo a los guiris ingleses cuando me preguntan si sé inglés, jejeje. Después seguimos dando unas pocas vueltas por las inmediaciones, compramos alguna que otra "
tonterida" para familiares diversos y a coger el 91 (el
aerobús) de camino al aeropuerto, por cierto, un minuto antes de coger el autobús empezó a llover, menos mal que no había llovido antes.
Y bueno, ya no queda mucho más que contar, tan sólo que salíamos a las 15:30 de Lisboa (hora local) hora a la que prácticamente se estaba disputando el España 4 - Ucrania 0, al llegar a Madrid a eso de las 18:30 aproximadamente me recogió mi madre y su pareja (que me informó del resultado del partido) y nos llevaron a la capital propiamente dicha donde tomamos un pequeño aperitivo cerca de la
Plaza del Sol y nos metimos a ver una obra de teatro en la sala
Muñoz Seca llamada
Orquesta de Señoritas, la cual fue cuanto menos entretenida. Y tras el correspondiente sueño y vuelta a amanecer, el Jueves pasado, ahora hace una semana volvíamos camino de
San Pedro del Pinatar con una nueva experiencia vivida y como podéis comprobar, con muchas cosas que contar, jejeje.